Catarsis: liberación de lo extraño a la naturaleza o la esencia y que, por lo tanto, la corrompe.
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Color y materia para crear un psicoanálisis muy personal. Los protagonistas de una particular catarsis.
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Hombre Pájaro, ¿qué opinas?
Me cuesta no apartar la mirada, me ofende.
En ese caso, hazlo, deja de mirar mis cuadros.
No he dicho que quiera hacerlo, estoy entrando en el color. Reduce la sensación de agobio. Es un contraste con esa materia tan literalmente cruda.
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Para aproximarnos a su comprensión, es necesario sumergirnos en el pensamiento griego. Ya desde fuentes arcaicas (siglo IX-VIII a.C.) encontramos la relación del término con la medicina, entendiéndose como purga. Según Museo y Orfeo los adeptos celebran sacrificios y persuaden no sólo a los individuos en particular sino también a las ciudades de que existen absoluciones y purificaciones de los actos injustos por el camino de sacrificios y de juegos placenteros, tanto para los vivos como para los muertos.
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Hombre Pájaro, Llevas ya un rato delante.
Siento una extraña sensación de atracción hacia algo peligroso. Ganas de tocar el cuadro. Miedo de hacerlo. ¿Es quizás una representación de la tormenta y el latido de cada uno de los retratados?
No, Hombre Pájaro, ¡No te has enterado!...es una CATARSIS.
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Se desprende una interpretación en principio moral y consecuentemente metafísica. Designa la liberación de alma del cuerpo comprendida como un retirar del alma las operaciones corpóreas y a realización, ya en vida, de la separación total que es la muerte.
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