Los romanos decían que no hay nada nuevo bajo el sol, y es para creérselo. Hoy en día vemos una satisfacción mediática injustificada, por las predecibles palabras de una niña que nos amonesta básicamente por existir y por ser lo que somos. Esta adolescente condena nuestros medios de producción y nos amenaza con el apocalipsis si no se la obedece y nos premia con la salvación si se la obedece. Todo ello sin ninguna base tangible.

Resulta que nada de esto es nuevo y ya pasó a otra escala y en otro siglo, el XIX. Es el caso de los Cgaleka, una hecatombe (sacrificio de cien reses) multiplicada por mil a la postre significó la desaparición de la faz de la tierra de una próspera tribu de decenas de miles de personas por las visiones de una sola niña.

Para contar su historia y la parábola que encierra he hecho este vídeo.